LO MEJOR Y LO PEOR DEL MADRID-BARÇA

Si hubiera que escoger una sola palabra para describir cómo fue el partido de Copa del Rey que enfrentó al Madrid y al Barça en el Bernabéu el pasado miércoles 30, sería el de partidazo. El buen fútbol y la igualdad de ambos equipos fueron los grandes protagonistas del mismo, a diferencia de partidos anteriores.

Muchos seguiríais el partido así que sería una pérdida de tiempo haceros una crónica de lo que pasó. Por eso,  he decidido resumirlo en cinco puntos positivos y cinco negativos de lo que vi ayer. O lo que es lo mismo, lo mejor y lo peor del encuentro.

LOS MEJORES

1. Varene: ¿Dónde se había metido este chico? Sin duda, si había esperado a una buena oportunidad para lucirse, no pudo escoger mejor. Estuvo bien en defensa, en ataque, metió el gol del empate, jugó con madurez pero también con el nervio de sus 19 añitos… Un diamante. Y no en bruto sino pulido y listo para engarzar en la maquinaria del Madrid, al que le podría venir de perlas tener a este chico inspirado en todos los partidos. Mou deberá apostar más por él. Todo un descubrimiento de 10.

2. El resultado: el 1-1deja la eliminatoria totalmente abierta, lo que dará más emoción si cabe al partido del Camp Nou. Los dos equipos irán a por todas para pasar a la final y lo más lógico es pensar que se podrá ver todo partidazo como el de ayer. Si alguno de los dos hubiera goleado, el partido de vuelta no tendría atractivo ninguno, más allá eso sí de lo que es un clásico con sus ansias de revancha.

3. Diego López: un entrenamiento, un partido, una titularidad. Pleno. Aunque muchos creían que chuparía banquillo, Mou decidió darle el protagonismo. Y acertó porque cumplió con creces en la portería. Salvó unas cuantas ocasiones, estuvo atento y supo llevar la presión de un partido como éste perfectamente. Y es que la experiencia es sin duda un grado.

4. El FÚTBOL: así, en mayúsculas. Porque hacía tiempo que no se había visto un Madrid-Barça tan igualado, con los dos equipos tan enchufados y con tantas ocasiones de gol. Cada uno con su estilo, imprimieron el ritmo justo al encuentro. Ni demasiado lento, como suele jugar el Barcelona. Ni demasiado al contragolpe, de lo que peca algunas veces el Madrid. FÚTBOL en su justa medida.

5. Fair Play: después de numerosos clásicos en los que la tensión, las broncas y las tanganas eran protagonistas, esta vez no hubo una palabra más alta que otra, a excepción de algún encontronazo propio de este tipo de partidos. A resaltar, sin duda, el gesto de Puyol lanzando el mechero que encontró Piqué en el campo. Gesto de señorío y quitarse el sombrero ante él. La nota discordante la puso Messi en el aparcamiento, al dirigirse a Arbeloa, y al increpar después a Karanka. Sin embargo, lo dejaremos como hecho aislado.

 LOS PEORES

1. Messi y Cristiano, desaparecidos: ninguno de los dos cracks hizo lo que tenía que hacer. Ninguno brilló con luz propia ni deslumbró con su juego. Ninguno fue determinante, ninguno marcó,  ninguno destacó. Una pena, porque si los dos hubieran jugado como en los últimos partidos, podría haberse vivido el mejor duelo de futbolistas en mucho tiempo.

2. Alves: además de sus habituales salidas de tono en el campo, a base de patadas y entradas muy duras, el brasileño sacó después a pasear su lengua viperina pidiendo tarjetas para el Madrid y acusando al Bernabéu, así como sin querer, de racista. No comulgo, lógicamente, con los insultos (y menos si son de corte racista) pero no me vale con un “bueno, esos cánticos… pero vamos, que yo estoy bien”. Pues no. No se está bien si te están insultando. Más que acusación, suena a pataleta no sincera con ánimos de calentar el ambiente.

3. Valdés, Casillas y Adán: los tres ausentes por distintas razones. El primero, por cumplir con la decisión técnica de poner a Pinto. El segundo, por lesión. Y el tercero, de rebote. En un duelo de esta categoría, por mucha Copa del Rey que sea, hubiera estado muy bien ver a los porteros titulares. Lo peor de todo, el pobre Adán, que se debió quedar con un palmo de narices al enterarse que su recién llegado compañero Diego López le ‘robaba’ una titularidad por la que ha luchado mucho tiempo. Una pena.

4. Villa: injustamente sentado en el banquillo. ¿Por qué no salió antes? A mí que no me digan que fue por decisión técnica porque cualquiera que viera el partido sabía que el asturiano tenía que haber salido. Pedro no estaba tocando una y jugó fatal. Sin embargo, Alexis fue su recambio. De hecho, Villa no llegó ni a calentar. Desaprovechado, debería plantearse cambiar de aires. Si no, corre el peligro de estancarse.

5. La falta de goles: a pesar de que el partido fue vibrante, se echó en falta algún gol más por parte de ambos equipos. Algo que le hubiera dado un poco de salsa al encuentro. Aunque, como digo, no por ello fue aburrido, no hubiera estado de más que algunas de las jugadas que a punto estuvieron de subir al marcador, hubiesen llegado a buen puerto.

Con todo, con lo malo, lo bueno y lo regular, el Madrid-Barça coleará hasta el próximo. Un partido de vuelta de Copa del Rey de lo más emocionante y en el que estoy segura que, si ambos equipos llegan en la misma forma física que ayer, podrá verse otro de estos partidazos que tardarán tiempo en olvidarse.

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